Publicado el miércoles 16 de septiembre de 2015
Fue desarrollado en 1990, pero se presentó de forma comercial recién en 1997.
Salió al mercado recién en 1997. Dos años más tarde, la actualización al estándar IEEE 802.11a y b incrementó su tasa de transferencia a 11 megabits por segundo y comenzó a ser adoptado en el mercado; la tecnología Centrino de Intel, que sumó en 2003 una antena Wi-Fi a su oferta de procesadores para computadoras portátiles, fue clave para su popularidad, lo mismo que routers inalámbricos como el AirPort de Apple, nacido en 1999.
Se prevé que las próximas generaciones de la norma inalámbrica estén enfocados en mejorar aún más la transferencia de datos en entornos hogareños, tanto para la conexión de dispositivos como para el uso de servicios de video a alta velocidad, con tasas que van desde los 7 a los 20 gigabits por segundo