Publicado el viernes 12 de junio de 2015
La idea es poder graduar la cantidad de luz que deja pasar una ventana sin tener que recurrir a persianas o cortinas, y definir además el color para ambientar una habitación, y cambiarlo según sea necesario.
Según los investigadores, aún cuando el vidrio está en un modo "privado" (en el que no es posible distinguir lo que está del otro lado") pasa el 90% de la luz, reporta Gizmag.
En su investigación, publicada en la revista especializada Applied Optics, sugieren que se podría controlar también el paso de luz infrarroja, lo que ayudaría a controlar la temperatura de una habitación (manteniéndola más fría en verano, y más caliente en invierno).