Las ciudades quieren crecer bajo tierra

Publicado el martes 5 de mayo de 2015




Singapur es uno de los países más abarrotados del planeta. Sus habitantes, casi 5,5 millones, viven apretados en una ciudad estado de solo 710 kilómetros cuadrados.

"Para Singapur, la principal razón para construir bajo tierra es solventar la escasez de terreno", dice Zhou Yingxin, del Centro asociado de investigación sobre espacio urbano subterráneo de Singapur, una organización no gubernamental de expertos que diseñan y analizan los espacios subterráneos de las ciudades.

En otros casos, el terreno es escaso debido a limitaciones de protección del patrimonio cultural. En Ciudad de México, por ejemplo, hay estrictas limitaciones en el centro histórico. Es por ello que el estudio de arquitectura BNKR ha diseñado una enorme pirámide invertida de 300 metros de profundidad, denominada "Rascasuelos". El fundador y director de BNKR, Esteban Suarez, espera que el Rascasuelos inspire a una nueva "especie" de edificios.

Con dos tercios de la población mundial viviendo en ciudades en 2050, se espera que el terreno urbano se convierta en un recurso cada vez más limitado.