Publicado el martes 21 de abril de 2015
El tren japonés, reconocido como el más rápido del mundo sobrepasó su propia marca al alcanzar los 590 kilómetros por hora. La prueba se realizó en Yamanshi, en el centro de la ciudad de Japón y aunque no logró superar los 600 kilómetros por hora, como se esperaba, dejó atrás las mediciones que habían sido realizadas en 2003.
El mecanismo del tren está basado en una serie de vías de levitación magnética que permiten que el tren se traslade en el aire sin entrar en contacto con estas, lo que elimina el factor de fricción. La intención de los japoneses, según aseguraron expertos, es vender la tecnología a Estados Unidos, motivo por el cual el gobierno puso en marcha el plan de pruebas y promoción del MagLev.