Publicado el miércoles 25 de marzo de 2015
¿Puede una cajita de pequeñas dimensiones convertirse en una poderosa herramienta de cálculo, a la vez de ser factible de llevarse en cualquier bolsillo o cartera? No se trata de una notebook, sino de las minicomputadoras, unos equipos que recurren a gabinetes ultracompactos y que utilizan los periféricos que encontramos en cualquier PC: un teclado, un mouse y una pantalla.
Hay varios modelos. Intel, por ejemplo, tiene el NUC, que probamos hace un tiempo; en la Argentina, Banghó ofrece la Cubic, de prestaciones similares. Durante las últimas semanas se presentó el modelo Brix BXCEH-2955, de Gigabyte, una minicomputadora con gabinete de aluminio. Sus dimensiones: 56 x 107 x 114 mm. Peso: 550 gramos en la versión que probamos.
No tiene una única configuración y cuenta con un procesador Intel Celeron 2955U 1,40 GHz, 4 GB de memoria RAM, 134 GB de disco duro, Windows 8.1 Pro de 64 bits y placa Wi-Fi más conectividad Bluetooth. Otras versiones soportan hasta 16 GB de RAM y hasta 2 TB de disco. Pueden usarse discos rígidos de 2,5" y de estado sólido de la misma medida.
Esta computadora puede comprarse sin disco y sin memoria por 3100 pesos. Si se le agrega un rígido de 500 GB y 4 GB de RAM habrá que sumarle otros 1400 pesos. Gigabyte ofrece también en la Argentina otra variante con un chip Core i7 y un precio sugerido de $11.000.
La minicomputadora fue conectada a una smart TV por medio de un cable HDMI, por lo que por allí se transmite tanto el audio como el video. Cuando encendemos la computadora se ve una interfaz exactamente igual a la de cualquier dispositivo Windows. Le conectamos un mouse y teclado de marca Logitech con un solo receptor común, y estos fueron reconocidos al instante y no fue necesaria la instalación de drivers adicionales.