Publicado el miércoles 11 de marzo de 2015
En la demanda, se argumentaba que la empresa fomentaba la imagen negativa del cuerpo.
La campaña, lanzada por Endangered Bodies (Cuerpos en peligro), apuntaba a la gordura como una enfermedad que podía estar relacionada con desordenes alimenticios y señalaba que diversos usuarios utilizaban el ícono de “Me siento gordo” para burlarse de personas que sufrían de sobrepeso o de enfermedades relacionadas, como la anorexia.
Por su parte Facebook decidió complacer el pedido y eliminó la frase dentro del listado de emociones, aunque mantuvo intacto el icono característico. Además, mantuvo entre el listado la emoción “Me siento feo”, que podría tener implicaciones similares, aunque se mostró abierta a las críticas y aseguró que seguirán atentos a las devoluciones de los usuarios sobre estos asuntos.