Publicado el jueves 10 de noviembre de 2016
El objetivo era realizar una impresora que fuera accesible para cualquier persona no vidente. La impresora costará 5 mil pesos, menos del 10% del valor de las importadas, y podrá fabricarla cualquier persona que cuente con una impresora 3D.
La idea del trabajo surgió gracias a un conocido no vidente de los jóvenes, quien les comentó lo complicado que era en la Argentina realizar impresiones de textos en braille.
Julian Brizuela, Joaquín Cortés, Margarita Cortizas, Luciana Burrieza y Romina Paris, fueron los alumnos que llevaron adelante el proyecto y, gracias a éste, ganaron el premio a la Innovación en la universidad en Innovar 2016.