Publicado el miércoles 28 de septiembre de 2016
El hallazgo paleontológico sucedió cuando Apesteguìa revisaba las colecciones de fósiles en los cajones del lugar donde trabajaba, el Museo de Historia Natural de París.
La historia fue así: durante los años `50, el famoso paleontólogo francés René Lavocat realizó campañas al desierto marroquí hallando enormes cantidades de materiales que fueron transportadas al Museo de Historia Natural de Paris. Muchos fueron estudiados y publicados hace décadas, mientras que otros, tal vez más raros, permanecieron olvidados en los cajones del lugar.
El material estudiado es un fragmento de mandíbula que permite decir que el animal tendría un cráneo de unos 3 cm de largo y un cuerpo de no más de 15 cm. Fue originalmente descubierto en Gara Tabroumit, una de las tres localidades marroquíes que originan las llamadas “capas de Kem Kem”, casi 500 kilómetros al sur de Rabat.
La especie fue nombrada Jeddaherdan aleadonta, una combinación de: jeddi, que significa abuelo en el lenguaje bereber amazigh de Marruecos y aherdan, el nombre que se da hoy a Uromastyx, el lagarto de cola espinosa, el más cercano pariente vivo de nuestro fósil; aleadonta refiere a sus dientes en forma de cubo