Publicado el lunes 20 de octubre de 2014
Buscar un estacionamiento, esquivar un peatón distraído o adelantarse en la ruta serán algunas de las tareas que las automotrices buscan delegar a las computadoras de los coches del futuro
Según Scott Belcher, el presidente de la organización sin fines de lucro llamada Intelligent Transportation Society of America (Sociedad Estadounidense del Transporte Inteligente), para finales de la década, cada vez más fabricantes de automóviles tienen como objetivo ofrecer algún tipo de conducción en carretera que no implique la intervención del volante o de los pies en los pedales, una experiencia en la que un conductor puede sentarse y dejar que el vehículo tome el control.
El potencial va más allá de la idea de un control de crucero mejorado. El automóvil conectado del año 2020 podrá viajar por la autopista, pasar a otros vehículos y, posiblemente, incluso tomar la siguiente rampa de salida, por su propia cuenta.
Advertirá a los conductores de los peligros diarios, como los peatones o los ciclistas que cruzan de repente entre el tránsito y, si los conductores no reaccionan a tiempo, el automóvil podría hacerse cargo: pisar el freno o desviarse antes de que sea demasiado tarde.
Asimismo, podrá monitorear los ojos de los conductores y la frecuencia con que se cierran, y así podrá sacudirlos y despertarlos si se duermen al volante. ¿Y el estacionamiento? Olvídese de dar vueltas buscando un lugar para estacionar en el centro comercial: Los automóviles se irán solos y encontrarán un lugar, y luego volverán más tarde; todo lo harán por su cuenta.