Publicado el miércoles 15 de junio de 2016
Microsoft presentó ayer el revolucionario "Proyecto Escorpio", que promete lanzar el año que viene una consola pensada para la realidad virtual y los juegos en 4K, en el marco de su conferencia anual de videojuegos en el Gale Center de Los Angeles.
Mientras tanto, los fanáticos podrán disfrutar de una más pequeña, barata y potente llamada Xbox One S. Si bien es un 40 por ciento más delgada que su predecesora y de color blanco, no solo la supera en capacidad de almacenamiento (tiene 2 terabites) a su predecesora Xbox One, sino que también puede reproducir video en 4k y llega con un renovado joystick que cuenta con mayor alcance inalámbrico. Su precio en Estados Unidos rondará los 300 dólares.
Más allá del lanzamiento de esta nueva y económica consola, el plato fuerte de la noche lo puso el revolucionario e innovador "Project Escorpio", tal cual fue denominado por Microsoft. Según Spencer, “la consola más potente jamás construida” fue lanzada con el objetivo de cautivar a los desarrolladores para que comiencen a crear videojuegos que exploten al máximo los 6 TFLOPS de su GPU, los ocho núcleos de su CPU y reproducir video genuino en 4K a 60 frames, lo que representará una condición clave sin "sacrificará las gráficas ni las experiencias en realidad virtual".
Por su parte, el CEO de Xbox también dejó en claro que el hecho que salga al mercado la One S y un año después el Project Scorpio, no eliminará del mapa gamer a la Xbox One. Es más, todo aquel que juegue sus títulos podrá continuar haciéndolo en ambas consolas, al igual que los joysticks.