Publicado el miércoles 4 de mayo de 2016
Los biorritmos (o ritmos biológicos) se alteran si no pasamos el suficiente tiempo al aire libre, biológicamente necesitamos pasar tiempo al aire libre. Según el doctor Kenneth Wright, del Laboratorio de Sueño y Cronobiología de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, el hecho de exponernos a los rayos del sol nos ayuda a equilibrar nuestro ritmo circadiano, el cual regula el sueño y el apetito.
Para llegar a esta conclusión, Wright realizó una investigación en la que se demostró que la iluminación eléctrica y una ausencia de luz natural puede alterar los ritmos internos. Además, “el estudio vincula las noches de trabajo a la alteración de la salud y el bienestar: mayor riesgo de obesidad, diabetes, abuso de sustancias, depresión y otras enfermedades”, añade el doctor.