Publicado el lunes 25 de abril de 2016
Esto ocurrió en Estados Unidos donde la firma tuvo que pagar 100 millones de dólares a cambio de que sigan trabajando y no haya una modificación en el modelo de negocio. Además, los choferes, solicitaron poner carteles en sus automóviles pidiendo propina por el servicio, algo que estaba restringido por normas de la compañía.
El acuerdo está pendiente de aprobación del juez competente que lleva el caso en San Francisco.