Publicado el lunes 18 de abril de 2016
El presidente Rafael Correa, quien se encontraba el El Vaticano en el momento de la catástrofe, informó a través de Twitter el envío a la zona afectada de dos hospitales móvilesy la preparación de albergues para alojar a los damnificados.
El movimiento, que se desató frente a las costas de la nación andina a una profundidad de 19 kilómetros, dejó 588 heridos, provocó pánico en otras ciudades costeras y activó por unas horas alertas de tsunami en Perú, Colombia, Costa Rica y Panamá. Muchas casas se derrumbaron en Guayaquil, otras estaban cuarteadas, un puente colapsóaplastando un auto y los escombros obstruían varias calles.
La gente pasó la noche fuera de sus hogares, temerosa de las réplicas que, según el Instituto Geofísico de Ecuador, eran más de 160 hasta el domingo.