Publicado el lunes 19 de octubre de 2015
El mecanismo del reloj, que pesa cinco toneladas, está por fallar, por lo que es necesario empezar con la reparación lo antes posible. Si bien no hay problemas estructurales en el edificio, hay fallas en las agujas del reloj y un desequilibrio en el péndulo, lo que hace cada vez más difícil que pueda dar la hora de manera exacta.
El plan de restauración incluye instalar un ascensor en la torre y modernizarla para que cumpla con los requisitos de seguridad que establece la estricta Ley de Seguridad y Salud británica. El costo estimado es de 40 millones de libras.
Esta no es la primera vez que el reloj, cuyas campanadas dan la hora, la media hora y los cuartos, se para. La última vez fue en 2007. También quedó en silencio mientras se hacían labores de mantenimiento en 1934, 1956 y 1990, mientras que en 1976 no se escucharon las campanadas durante meses debido a un fallo. En 1916, las campanas del Big Ben fueron silenciadas para impedir que los dirigibles Zeppelines alemanes utilizaran el reloj como punto de referencia de navegación durante la I Guerra Mundial.