Publicado el jueves 15 de octubre de 2015
Quien concurre al lugar pide y personaliza su plato a través de una tablet, se paga con tarjeta de crédito y la comida es depositada en uno de los tantos cubículos numerados del local.
“Yo no lo llamaría restaurante, es más bien un sistema de adquisición de comida”, indicó a The New York Times David Friedberg, fundador de Eatsa.